Capítulo 6: Llegada a Atenas
-No es para tanto, podemos atrapar a esos mocosos cuando queramos.
-¡¿Y que hago yo ahora?!¡¿No entiendes que le dije a Hades que confiara en mí?!-volvió a dar otro puñetazo al muro-De seguro mandará a ese idiota de Luxar que elimine a los hados en mi lugar…
-Ah sí…Luxar…-comentó Siris con indiferencia mientras tocaba uno de sus rizados mechones rubios-Recuerdo el día que lo trajiste de Neo Nuxta hace 4 años.
-Seeeeee ¬¬-respondió éste sentándose el suelo mientras tiraba piedras al agua molesto-Pensé que si le ayudaba a recuperar sus memorias a la larga me estaría agradecido y se ofrecería a ser mi vasallo…¡PERO ENTONCES CRECIÓ Y TODO SE FUE A LA MIERDA!
-Lo sé…-suspiró la sirena-Cuando lo llevaste a dónde Hades nuestro señor le hizo ver que un titán es mucho más poderoso que un simple hechicero y por eso ya no te tiene ni respeto como ser de la oscuridad. La verdad es que es muy triste…U¬¬
Necrono apretaba los dientes tan fuertemente que le rechinaban y apenas se podía oír el rebote de las piedras.
-Maldito niño…¡No lo aguanto!¡Debería darme las gracias por todo lo que he hecho! Ese baboso, ese desgraciado, ese…
-¿Desgraciado?-respondió una voz tras él.
El hechicero y Siris se giraron y vieron a Luxar subido a una roca mirándolos a ambos seriamente. La sirena sonrió al verlo.
-Hola Luxar, cuanto tiempo sin verte.
-Hola Siris…-respondió el chico con el mismo tono sereno de siempre. En eso miró a Necrono-Has vuelto a fracasar ¿cierto? Estaba claro que pasaría, no se te puede encomendar nada, eres un…
-¡CÁLLATE ESTÚPIDO MUTANTE!-le cortó el hombre haciendo añicos una de las piedras que tenía en la mano.
-Inútil ¬¬
-Vamos chicos, calmaos…no estamos aquí para discutir entre nosotros -.-‘’
El hechicero desvió la mirada al agua ignorando al muchacho el cuál empezó a hablar a la sirena igual de serio que antes.
-¿Para que has venido hasta aquí Siris? No has traído lo que buscábamos, no sirve de nada que bajes al submundo si no aportas beneficios.
-No vengo a traer beneficios si no información-respondió ésta en el mismo tono que el joven.
Al decir aquello los dos aliados de Hades la miraron y ésta salió del agua agitando su cola de un lado a otro mientras escurría su laceo cabello.
-Se trata del dragón que había sellado en el medallón imperial de Luou Xiao Hu-dijo con indiferencia.
Estos se miraron el uno al otro extrañados y antes de que pudieran preguntar ésta contestó.
-Ya no está.
Un largo silencio se hizo en aquél enorme estanque sellado bajo tierra.
-¿Cómo que no está?-preguntó Necrono.
-El espíritu del dragón ya no está-repitió.
Luxar se levantó rápidamente de la roca dedicándole una mirada poco satisfecha con la respuesta.
-No sé si os habéis fijado en que se les ha unido un crío más a vuestra parejita de hados.
-¿Hay otro chico acompañando a Roronoa e Hitachiin?-preguntó el hechicero pestañeando un tanto sorprendido con la respuesta, pero aún sereno en su compostura.
Siris asintió dejando de manosear su pelo y retirándolo hacia atrás para contestar.
-Ese chico…es el dragón.
Necrono la miró como si ésta fuera demente, pero Luxar no parecía sorprenderse mucho de aquello.
-Entiendo…¿has sentido la fuerza de la luz?-preguntó el titán.
La rubia apretó sus puños mordiéndose el labio inferior con rabia.
-Sí…-respondió en tono furioso-Cuando ese mocoso asiático se lanzó a por su compañero el medallón reaccionó contra mí…¡Y CASI ACABA CONMIGO!
Al gritar esto dio un fuerte manotazo en la charca haciendo que todo el agua que había formara una enorme ola que cayó solamente sobre el hechicero ya que Luxar la esquivó. El hombre salió del agua tosiendo fuertemente.
-Por poco me ahogas idiota #¬.¬-susurró mientras se quitaba la chaqueta para escurrirla.
La sirena simplemente respondió con una mirada enfada y el titán guardó silencio pensativo.
-Entonces…no es tan malo-susurró haciendo que sus compañeros lo mirasen confusos-Si el dragón se ha convertido en humano la probabilidad de que pueda emplear sus habilidades de guardián son mínimas. Además, habrá nacido hace poco del medallón…no creo que tenga demasiada fuerza.
-Créeme Luxar, la tiene-respondió Siris poniéndose seria-Si no es capaz de herir a los seres del mal el medallón lo hará por él aunque sea contra su voluntad, la cadena imperial protege a su guardián cuando detecta que está en peligro.
-Siris tiene razón, yo no me precipitaría a la hora de atacar-dijo el hechicero serio.
En eso Luxar miró a sus compañeros.
-¿Quién ha dicho nada de atacar cuando podemos hacer que venga hacia nosotros?-respondió dejando salir una maliciosa sonrisa.
Necrono frunció el ceño nuevamente pues era el que más perdido estaba, pero la sirena tampoco es que lo hubiera entendido del todo en aquél momento.
-¿Qué pretendes hacer Luxar?
El chico dejó de sonreír y dio media vuelta.
-Necesito que sigáis a Roronoa, pero no ataquéis, manteneos alejados de ella para que no se de cuenta.
-¿Eh? O.O
-Hacedme caso, algún día de estos os daré una señal y sabréis lo que tenéis que hacer-en eso miró al hombre-Ah, y no te preocupes Necrono…no le diré nada de esto a nuestro señor. Aunque esté ardiendo en deseos de ver como tu cara queda deformada de tanto reírte con las cosquillas.
-Grrrrrrrrrrrrrrrrrr #¬///¬
Dicho aquello desapareció en un abrir y cerrar de ojos como si nunca hubiera estado allí.
††~¤~††
-Que sueño…-se quejaba el asiático agarrado del chaleco de Hikaru.
-Ya te digo…-respondió éste tirando fuertemente de él igual de cansado.
Los tres jóvenes llevaban horas caminando desde que habían salido del bosque. Eran las 3 de la mañana y estaban realmente cansados.
-Vamos no seáis quejones-dijo la castaña mientras subía la empinada cuesta que daba a la entrada principal del Atenas.
Hikaru gruñó molesto mientras se arrastraba con Lee por le suelo.
-Con que “está muy cerca del Valle” ¿eh? Mataré a esa maldita Kisa.¡Hemos tardado 3 horas en salir de ese maldito lugar y otras 3 en llegar hasta aquí!
-Hikaru…¿quién es Kisa?-preguntó el otro chico con voz agotada aún sin soltarse de él.
-Una domadora de dragones que nos topamos antes de dar contigo-contestó éste en su mismo tono mientras hacía lo imposible por llegar hasta donde estaba Zuriñe.
Lee no dejó salir ninguna expresión de sorpresa o apuro pues estaba demasiado exhausto pero aún así preguntó.
-¿Domadora de dragones?
-Así es…pero descuida, no diremos que eres uno por si acaso-suspiró el moreno llegando por fin hasta dónde la chica.
-Cierto-asintió Zuriñe-Es mejor ocultar tu verdadera identidad. A fin de cuentas…no podemos fiarnos de nadie, si se revelara tu secreto cualquier ser de la oscuridad podría venir a por nosotros.
Lee asintió medio dormido sin pensarlo demasiado y de pronto la castaña dio un suspiró de alegría al ver que ya estaban en la entrada de Atenas.
-¡Aquí es!¡Lo conseguimos!-exclamó contenta.
-¡Por fin!
-Tengo sueño…-se quejó nuevamente el joven chino.
-Ya Lee, ya sabemos, pero tienes que aguantar un poquito más ¿sí?-dijo la castaña tomándolo de la mano mientras arrastraba a Hikaru al mismo tiempo el cuál miró alrededor.
-Kisa debe estar por aquí…Quizá no haya llegado, después de todo quedamos en la mañana, pero no a las 3 cuando todavía ni siquiera salió el sol U¬¬
-Dudo que no haya llegado a estas horas pudiendo ir a lomos de un dragón ¬¬-respondió Hikaru.
Antes de que Zuriñe pudiese contestar una voz conocida los llamó.
-¡Chicos, estáis aquí!
Ambos se giraron y no vieron a nadie cuando de repente les dio por mirar al cielo y vieron a la domadora de dragones sobre Hakuryu aterrizando.
-¡Kisa!-dijo la castaña sonriendo complacida por su rápida aparición.
La pelirroja bajó de su dragón una vez éste tocó el suelo y se acercó a los hados corriendo con una apenada mirada.
-Lo lamento muchachos…No encontré vuestro medallón. He estado buscándolo por cada rincón del bosque. Pensé en seguir buscando hasta el amanecer pero decidí regresar porque con esta oscuridad es difícil encontrar algo.
-No te preocupes Kisa-chan, nosotros lo encontramos n__n-respondió Zuriñe sonriendo tiernamente.
La pelirroja frunció el ceño sorprendida.
-¿En serio?¿Pero como…?
-Digamos que alguien lo encontró antes que nosotros y tubo la amabilidad de traérnoslo-contestó Hikaru con indiferencia. En eso tomó a Lee del brazo poniéndolo frente a la chica-Kisa, te presento a Lee. Él encontró el medallón y se ofreció a acompañarnos en nuestro envío al Monte Olimpo -.-
Al ver el aniñado y medio dormido rostro del chico Kisa llevó una mano a su mejilla conmovida.
-Uy…pero cosita más tierna-dijo mientras lo observaba-Es asiático, pero he de reconocer que la piel de su infantil carita parece suave, como si se tratase de un bebé.
-¿Ves? No soy la única ¬¬-susurró Zuriñe a Hikaru dándole un pequeño codazo en el estómago.
-Baaah, las mujeres os dejáis pillar por el primer idota de piel suave que pase ante vuestras narices ¬¬
Kisa sonrió al joven chino amablemente.
-Mucho gusto, mi nombre es Kisa Blair. Encantada ^^
-Xiao Long…-susurró éste aún adormilado mientras no paraba de frotarse los ojos a causa del sueño-Pero puedes decirme Lee como dijo Hikaru.
-Fuiste realmente amable al entregarles el medallón ^^-en eso se percató de que lo llevaba en el cuello y parpadeó curiosa-Esto…por lo que veo lo llevas puesto…¿No deberías dejárselo a Zuriñe que es la que tiene que guardarlo para su encargo? O.O
El joven miró a la castaña quién le dedicaba una mirada de “No digas nada” y volvió la vista a Kisa.
-Me deja llevarlo hasta que demos el envío. Me gustan los medallones-se excusó haciendo que la pelirroja volviera a sonreír de nuevo.
-Oh, ya veo n.n
En eso el dragón blanco de la mujer miró a Lee atentamente y agachó su cabeza comenzando a olfatearlo. El asiático frunció el ceño y los dos hados sintieron un desagradable escalofrío mirándose el uno al otro.
-(¡¿No será que…?!) O-OU
-(¡¿…Hakuryu puede olfatear a Lee y saber que es un dragón?!) O-OU
-Hakuryu, ¿Qué te pasa? O.O-preguntó la domadora extrañada.
El reptil apartó la cabeza de Lee desconfiadamente y éste bostezo indiferente ante la reacción de la criatura.
-Es extraño…-susurró Kisa pensativa-Nunca suele olfatear a extraños así sin más.
-Aaaaaaah!!! Debe ser una coincidencia n__ñU-respondió Hikaru rápidamente.
-¡Cierto!-asintió Zuriñe-Recuerda que Lee es chino y su raza oriental tiene más trato con los dragones porque están acostumbrados a alabarlos y esas cosas nonU
En eso Hikaru la miró atontado.
-(¿Tiene eso algo que ver? U¬¬)-preguntó confundido con la mirada.
-(¡Yo que sé!¡Tú sígueme la corriente! >.<U)
La pelirroja forzó una leve sonrisa a los hados y dedujo.
-Supongo que no tendréis lugar en el que hospedaros ¿cierto?
Los tres chicos se miraron durante unos segundos y negaron con la cabeza a lo que Kisa sonrió.
-Me lo temía…si es así, podéis pasar la noche en mi casa.
Al decir aquello Hikaru y Lee abrieron los ojos de par en par con una boba sonrisa.
-¡Sí, cama!-respondieron al unísono.
-¿Seguro que no es molestia?-preguntó la castaña mirándola apenada.
-Para nada, sois viajeros cansados y tengo habitaciones de sobra ^^-en eso se giró mirando a dragón-Bueno Hakuryu, te veré en el patio trasero de casa, ya sabes que no puedes recorrer la ciudad con nosotros.
Éste alzó sus alas y empezó a agitarlas volando en dirección a dónde seguramente se encontraba el hogar de la chica. Kisa volvió a mirar a los jóvenes.
-Venid conmigo chicos-dijo empezando a caminar a la entrada de la ciudad.
Éstos asintieron y siguieron a la pelirroja. Atenas era realmente enorme. Las casas eran enormes chozas en las que se distribuían varias habitaciones para diferentes familias. Al pasar por el mercado, a pesar de estar cerrado, pudieron ver varios tapices con dibujos de seres mitológicos como pegasos, sirenas e incluso hadas. Por cada calle que pasaban podían ver en las alcobas de los edificios estatuas de los dioses griegos, cada una de ellas situada en cada casa. Zuriñe quedó perpleja mirando una de las miles figuras que vio de Zeus, ¿realmente tendría un aspecto tan intimidante como lo representaban aquellas esfinges?
Al ver aquella ciudad sintió un serie de extrañas sensaciones en el pecho, ni siquiera se percató de que estaban alejándose de las casas que había en la ciudad. Hikaru frunció el ceño pues él sí lo había notado.
-¿No vives en una de esas casas?-preguntó confuso.
Kisa negó con la cabeza acompañada de una leve sonrisa y señaló una empinada cuesta.
-Vivo en la cima de esa colina.
Al verla el moreno y el asiático abrieron los ojos de par en par asustados por el cansado trecho que les quedaba. Les llevó unos diez minutos subir la cuesta, pero para ellos se hicieron interminables. Estaban realmente cansados y jadeaban como si hubiesen llegado de una carrera. Pero cuando Kisa les mostró el lugar dónde se quedarían la cosa cambió por completo.
-Bienvenidos a mi humilde morada n.n
Zuriñe, Hikaru y Lee dejaron salir un suspiró de sorpresa y no pudieron evitar no abrir la boca.¡Aquella chica vivía en una enorme mansión!¡Casi parecía un templo griego! Aquellas innumerables columnas, un inmenso jardín repleto de fuentes en las cuáles había estatuas de todos los dioses del olimpo. Aquello no parecía una casa, más bien parecía el centro de todas las viviendas de Atenas.
-¿Vi…Vives aquí?-preguntó el hado tartamudeando debido al impacto de ver aquél lugar.
-Así es-respondió ésta mientras avanzaba por el enorme jardín.
-Que pasada…-susurró Zuriñe tras ella igual de sorprendida que sus compañeros-¿Cómo has hecho para vivir en un lugar así tú sola?
Al decir aquello Kisa frunció el ceño y se echó a reír.
-¿Yo sola? JAJAJAJAJAJAJAJA XD
Los tres jóvenes la miraron confusos.
-Bueno, tú y Hakuryu-respondió la castaña corrigiéndose-Entiendo que un dragón necesita su espacio para vivir pero…¡Con este pedazo de jardín podrías criar una familia entera de dragones!
-Me parece que te equivocas Zuriñe-respondió Kisa mientras abría la puerta principal de la mansión cediéndoles el paso-No soy la única que vive aquí con Hakuryu.
-O.O….¿entonces no vives sola?-preguntó Lee mientras entraba en la morada.
-Que va, ni siquiera podría decirse que todo esto es mío.
Los jóvenes se miraron confusos y la pelirroja dejó salir una cálida sonrisa mientras entraba dentro.
-Aquí vive el hombre que me salvó la vida…
-¿Eh? Ò.O
-Nada-respondió rápidamente ésta-Ya os lo contaré en otro momento, ahora lo que tenéis que hacer es ir a la cama ^^
En eso señaló unas largas escaleras.
-En el segundo piso se encuentran las habitaciones, podéis elegir la que más os guste. Yo tengo que ordenar algunas cosas antes de acostarme-dijo mientras sonreía.
Los chicos asintieron mirándola y subieron las escaleras. El segundo piso estaba repleto de puertas, ¿serían todas habitaciones? Zuriñe abrió una de ellas y encontró un hermoso cuarto en el que había una enorme cama junto a una hermosa y alargada arpa dorada. A un lado había una especie de bañera llena de agua de la que salía vapor, probablemente la habrían llenado hace poco. La castaña guardó silencio mirándola tentadoramente durante un rato.
-*.*…………….O___O!!! No, no, lo que debo hacer ahora es descansar. Tengo que dormir para mañana ù.ú-se dijo así misma acercándose a la cama. Pero antes de tumbarse no pudo evitar volver a mirar la bañera-¬¬……………………………………………
“Zuriñe, báñate en mí. Llevas haciendo un largo viaje desde hace casi 48 horas. De seguro estás sucia y necesitas limpiar tu hermosa y tersa piel. Además…el agua que me ocupa está mezclada con leche de cabra, eso te dejara la piel aún más suave que la de Lee, ¿no te daría gusto?¿eh Zuri?¿eh?¿eh?”
-¿Por qué imagino que la bañera me está hablando? U¬¬-susurró frotándose los ojos para salir de las alucinaciones. Volvió a observarla en silencio y sacudió su cabeza nerviosa abriendo las sábanas y dando la espalda a la tina.
-(No voy a molestar ahora a los demás bañándome. Es tarde y haré muchísimo ruido. Voy a dormir y mañana será otro día ù.ú)
………………………………………….
-¬¬-volvió a mirarla.
………………………………………….
-U¬¬…………………………………....
5 minutos después…
-Ooooooh sí, esto es vida -////////////-
La chica estiró los brazos sumergiéndose en el agua con una satisfactoria sonrisa mientras frotaba su piel. Sin duda una caminata tan cansada como la que había tenido hacia que ese baño le hiciera sentirse en el paraíso.
††~¤~††
-Waaaaaaaaaaaa!!!¡Este sitio es genial!
Lee corría emocionado por todo el segundo piso. Era la primera vez que estaba en un lugar como ese y con tanto lujo su sueño había desparecido por completo. Abría una puerta tras otra. Todos los dormitorios le gustaban, no sabía con cuál quedarse.
-¡¿Cuál me pido?¿Cuál me pido?! >///<
-¿Lee?-le llamó una voz tras sus espaldas.
-Oh!!! O.OU-en eso se giró rápidamente y vio a la chica-¡Kisa! O-O
La pelirroja se acercó a éste con una leve sonrisa.
-¿Qué haces fuera de la cama a estas horas?
El asiático dejó salir una ingenua sonrisa sacando la lengua divertido.
-Perdona, no sabía que estaba molestando. Pero es que hay tanto dónde elegir n///n En seguida me acuesto, lo prometo.
-Oh, si es por elegir una buena habitación yo puedo mostrarte una ^^
Lee pestañeó sorprendido y sonrió.
-¿De verdad?
-Hai, ven conmigo ^^
El chico obedeció sin pensárselo dos veces y corrió tras ella. Kisa abrió la puerta de un dormitorio en el que la cama estaba cubierto de telas lilas tapando la cama. Una pequeña bañera dorada se encontraba junto a la cama. Lee entró emocionado y la chica cerró la puerta dejando su sonrisa de lado.
-¡Me gusta mucho Kisa!¡En serio! >w<
En eso la miró, estaba seria, muy seria y no dejaba de mirarlo. Al percibir aquello retrocedió un tanto nervioso.
-Kisa…¿que…?
Antes de que pudiese preguntar nada ésta lo empotró contra la pared sin dejarle escapatoria y tapó su boca con la mano fuertemente para que no pudiese gritar. En eso sacó de su costado una daga que la pudo a milímetros del cuello de éste y contestó en tono serio.
-¿Te crees que soy idiota? Tú no eres un humano-dijo antes de que éste pudiera hablar.
Lee quedó paralizado mirando la joven casi le clavaba la daga.
-No sé que razón te impulsa a seguir a Zuriñe y Hikaru. Pero te lo advierto, como les pase algo juro que te mataré.
-Kisa me haces daño…-contestó el chico al sentir como ésta le agarraba fuertemente del brazo tras destaparle la boca.
La pelirroja apretó aún más fuerte haciendo que el chico dejara salir una mueca de dolor.
-Escucha Lee, o Xiao Long, o como quiera que te llames-dijo nuevamente-Hakuryu no te ha olfateado por nada, hace eso cada vez que percibe un ser de la oscuridad. Estoy casi segura de que eres uno de esos lame culos de Hades.
Extrañamente ésta tenía una fuerza descomunal, no parecía la de una humana, casi podía romperle los huesos si se enfadaba.
-¡Eso no es cierto!-respondió el asiático asustado mientras intentaba soltarse de su agarre-¡Yo no sirvo a Hades!¡Y no tengo idea de porque tu dragón me ha olfateado, suéltame!
Kisa guardó silencio mirándolo profundamente a los ojos. La mirada de Lee era sincera, pero aún así no podía fiarse él. Lo soltó haciendo que éste girara su muñeca de un lado a otro dolorosamente y la chica salió de la habitación diciéndole sus últimas palabras.
-Como se te ocurra atacar a esos chicos estás muerto.
Dicho aquello salió de allí dejando a un confuso Lee.
††~¤~††
-Uffffff que gustazo -///-
Zuriñe acababa de salir de la bañera. Secaba su pelo con una suave toalla blanca mientras observaba la terraza que había en su habitación. Dejó la toalla sobre la cama y abrió las puertas de ésta saliendo al balcón sonriendo. Miró al cielo, estaba lleno de estrellas, ni si quiera el Fairy Forest tenía unas vistas tan buenas del cielo. Por un momento sintió la calidez de su hogar y cerró los ojos relajadamente hasta que una voz la interrumpió.
-Bonita vista ¿eh?
La chica abrió los ojos y miró a su derecha. Hikaru estaba en la terraza de al lado.
-Pensé que estabas agotado y querías dormir-dijo la castaña extrañada por verlo allí.
Hikaru no le dio respuesta durante unos segundos, pero finalmente contestó.
-Me cuesta conciliar el sueño cuando hay noches así-dijo mientras seguía mirando las estrellas sentado sobre la barandilla de su alcoba.
Zuriñe asintió con una leve sonrisa volviendo la vista hacia el cielo al igual que su compañero.
-Te entiendo perfectamente…lo cierto es que gracias a esto consigo olvidar todos mis problemas durante un rato.
Ambos quedaron en silencio aún mirando hasta que Hikaru habló nuevamente.
-Fíjate…hay tantas-susurró mientras no apartaba la vista de las estrellas-Los dioses deben estar de buen humor hoy.
-Los dioses…-repitió ésta desviando la mirada al suelo-No entiendo como pueden estar tan tranquilos aún sabiendo que Seiso puede ser destruido.
-En fin…no pueden estar amargados todo el día, empezarán a actuar cuando les entreguemos a Lee.
La chica asintió volviendo a mirar hacia arriba pensativa.
-¿Te fijaste en las estatuas de los dioses que había en las viviendas de la ciudad?
El chico asintió y ésta suspiró.
-No entiendo a los humanos…
-Anda,¿y eso?-preguntó el chico sorprendido.
-Se supone que alaban a los dioses y luego temen de los seres mágicos que tienen poderes sobrenaturales como ellos…-en eso recordó la estatua que vio de Zeus-En la estatua que había de Zeus…él…salía tallado como un ser temerario. Su mirada parecía la de un demonio.
El moreno volvió la mirada hacia el cielo nuevamente.
-Supongo que la raza humana es un tanto ingenua-explicó sonriendo divertido-Nos temen porque tenemos poderes mágicos que los dioses nos han otorgado y a ellos no. Por eso creo que ven de esa manera a Zeus…como el dios que los hizo inferiores a las otras razas de nuestro mundo. Un dios que les dio la oportunidad de vivir pero no de tener habilidades especiales para facilitarles las cosas.
-¿Quieres decir que los humanos desprecian a los dioses?
-No exactamente, yo diría que les están agradecidos por darles la vida. Sin embargo se imaginan a los dioses más estrictos y serios ante la raza humana, por eso tallan en las estatuas sus rostros de forma tan sombría.
Zuriñe lo miró con una nostálgica sonrisa.
-¿Sabes? Yo nunca he conocido a los dioses. Pero mi padre dijo que son probablemente los mejores seres del planeta. Siempre dispuestos a enseñarnos cosas nuevas y a descubrir los impulsos de todos los seres de la naturaleza. Por eso nunca imaginé a un dios como en esa estatua, si no como a alguien…admirable.
-Te entiendo perfectamente, mis padres también me hablaban muy bien de ellos. De algún modo los seres mágicos tenemos otra perspectiva de los dioses.
Hikaru observó como la chica miraba al cielo y quedó mirándola en silencio durante unos segundos. Al poco rato dejó salir una tierna sonrisa. Al darse cuenta de ello ésta frunció el ceño sonriendo divertida.
-¿Qué estás mirando?
-No, nada-respondió mientras se estiraba para luego levantarse de la barandilla-Creo que me voy a la cama, mañana nos espera un largo día.
En eso se asomó a la alcoba de la chica y le posó un leve y tierno beso en la mejilla dejando a Zuriñe paralizada.
-Buenas noches-dijo mientras volvía a su habitación dejando a un hada completamente sonrojada por aquél acto.
Continuará…
Zurironoa: El rincon de una freak
No hay comentarios.:
Publicar un comentario