miércoles, 31 de enero de 2018

Seiso Sekai. Capítulo 18: The Beholder


Capítulo 18: The Beholder

Yukime camina cuesta abajo con mirada inquieta. Esa tormenta de nieve puede provocar gran retraso en los viajeros elegidos por Zeus y si no llegan lo suficientemente pronto sería un enorme retraso para el resto de los aliados del Limbo.
Gracias a dios ella puede permanecer en la montaña sin preocuparse de las tormentas puesto que no es más que un mero espíritu.
Guarda silencio sintiendo la fría ventisca de nevada recorriendo su cuerpo, debe actuar rápido, si no, todos los planes para detener a las fuerzas oscuras serán en vano.
En eso desaparece entre los visibles copos de nieve que caen ferozmente sin dejar rastro, necesita encontrar a esos viajeros.

††~¤~††

-Q-Quieto bicho…n-no te acerques ni un paso más…
Hikaru balbucea frente a la enorme criatura de innumerables ojos mientras trata de intimidarle con un palo, pero de poco sirve con semejante monstruo.
Zuriñe sigue inconsciente tras él tumbada en el suelo junto a Eneas, quién intenta esconderse como puede.
-Hikaru…vamos a morir…T___________T-solloza el rubio cubriéndose la cabeza con su capa de viajero.
-Esas palabras no me alientan mucho en este momento-responde él sintiendo como le tiembla la mano de los nervios.
El Beholder da una dentellada a la vara que el hado sostiene y la parte en dos haciendo que el chico se sobresalte y corra a encubrirse tras Eneas.
-Gomen, lo intenté pero aprecio mi vida, no soy partidario del suicidio ^^U
-¡Oye!¡¿Por qué me pones a mí delante?!-grita el semidios asustado de cara a la bestia.
-Chsssssssss!!! No grites que se va a enfadar uU¬¬-susurra éste en respuesta.
-GROAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!!
Es tal el grito de aquella criatura que los dos jóvenes se tapan los oídos sintiendo como les retumba la cabeza. 
Este baja del techo de un salto haciendo que en el suelo de la cueva se noten pequeños temblores y el hombre mira a su compañero. 
-¡YA SÉ!¡HAGÁMONOS LOS MUERTOS!
Dicho eso se tira al suelo junto a Zuriñe fingiendo estar dañado y el hado empieza a gritar presa del pánico.
-¡ESO SOLO FUNCIONA CON LOS OSOS IDIOTA!
El Beholder vuelve todos sus ojos hacia Hikaru y Eneas. Ellos se abrazan el uno al otro temblando de miedo mientras la criatura se les acerca con grandes pasos. 
-Oooh mierda T__T
Los tentáculos de la criatura se ponen en posición de ataque, aprieta sus colmillos con fuerza y una vez está a punto de lanzarse por ellos…
-Groaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar…!!!
-¡QUIETO AHÍ BICHO REPUGNANTE!
Una voz conocida por el hado grita a espaldas de los viajeros, quiénes desvían sus miradas hacia la entrada de la cueva junto al Beholder.
Allí, justo a la entrada, se divisa la silueta de un sujeto alto y larguirucho. Hikaru abre los ojos de par en par.
-¡¿OTRA VEZ TÚ?!
Necrono está cubierto de nieve por los hombros titiritando del frío que hace fuera, un moco congelado le cuelga de la nariz pero eso no es todo. Tras éste se encuentra una enorme bestia de tres cabezas que no había visto en su vida.
-Volvemos a vernos Hitachiin-dice sonriendo con malicia al chico. En eso desvía la mirada a Eneas y queda unos segundos pensativo recordando su rostro. ¡Se trata del tipo con el que chocó esa misma mañana en el hotel!-Vaya, no pensé que fueras tú precisamente el nuevo aliado de estos críos-dice dirigiéndose al semi dios.
Eneas queda mirándolo fijamente, parece que quiere decirle algo. Necrono le dedica una maliciosa sonrisa hasta que se le borra bruscamente del rostro en cuanto escucha sus palabras.
-o.o……………¿Nos conocemos? o.oU
Éste cae al suelo al oír eso y se da tal golpe que el moquillo congelado de la nariz se cae al suelo.
-¡¿TIENES PÉRDIDAS DE MEMORIA A CORTO PLAZO O QUE COJONES?!¡HE CHOCADO CONTIGO ESTA MISMA MAÑANA!-grita molesto desde el suelo.
El hombre se rasca el mentón pensativo.
-Mmmmm no recuerdo haberme cruzado con ningún yonki…uU¬¬
-¡MALDITO HIJO DE PERRA!-chilla levantándose del suelo para tratar de atacarlo, pero antes de poder hacer nada el Beholdes se pone frente a él gruñendo bruscamente y echándole todas las babas en la cara.
-GROAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!!!
Pero a diferencia de los viajeros Necrono no se corta y asesta un fuerte tortazo en la cara del monstruo dejándolo completamente descolocado. Antes de que pueda reaccionar para atacar al hechicero éste le agarra fuertemente de los tentáculos con una amenazadora mirada.
-A mí no me gruñas ¿eh bicho? Que te saco todos esos ojos que tienes en las extremidades y me hago un guisado con ellos ¬¬
-O__________________________________OUu……T_______TUuuuuuu
Tanto el hado como el semidios quedan perplejos ante ese acto, pero más aún al ver como Necrono empieza a asestar fuertes puñetazos en el estómago de la bestia mientras grita lleno de ira.
-¡ESTÁS SON MIS VÍCTIMAS!¡NO ME HE PASADO 4 HORAS ESCALANDO UNA MONTAÑA Y CAYÉNDOME EN VARIOS AGUJEROS PARA QUE LOS MATES ANTES QUE YO!¡¿TE ENTERAS?!
El Beholder queda completamente inconsciente, esos golpes han sido realmente duros pues al ser hechicero tiene una fuerza descomunal y llena de energía oscura. Necrono lo deja caer al suelo, pero para quedarse más tranquilo le asesta una última patada hinchando el ojo de la criatura y suspira volteando la vista hacia Hikaru y Eneas.
-En fin, ¿por dónde iba? Aaaah sí-en eso borra la sonrisa que tenía en su cara y se pone serio-¡Thánatos!¡Mátalos! Yo me ocuparé de la chica
Al oír eso el hado voltea rápidamente la mirada a Zuriñe quién sigue dormida debido a la alta fiebre.
-¡Ni se te ocurra acercarte a ella!-grita corriendo hacia Necrono para pararlo, pero el hechicero es más rápido y le hecha un hechizo que lo deja paralizado.
-Callado estás más guapo ¬¬-dicho esto se dirige nuevamente hacia la castaña.
El joven no puede moverse, se siente inútil, el cuerpo no le responde.
Eneas por su parte está arrinconado a la pared de la cueva ya que no debe hacer ningún movimiento en brusco, aquella fiera de tres cabezas puede enfurecerse. 
Por suerte sabe manejar algunos de los poderes que heredó de su padre. Desde años atrás Eneas nunca había sido un niño normal, sabía perfectamente a que se debía su extraña capacidad de un mínimo control sobre el aire. A fin de cuentas su padre es el dios mensajero, el único capaz de volar y está totalmente relacionado con ese elemento.
El rubio fija su mirada atentamente en Necrono quién se acerca a la chica poniéndose frente a ella de rodillas.
-Chssss…ya no te las das de dura ¿eh?-susurra el hombre dándole unas palmaditas delicadamente en la frente-Vaya miembro del escuadrón estás hecha si te pones enferma con el primer cambio de temperatura que pasa.
En eso la toma en brazos levantándola del suelo y Hikaru habla sin apenas poder moverse.
-¡¿Qué pretendes?!
Necrono sonríe al oír eso.
-No creo que te incumba cuando estás a punto de morir, pero te lo diré de todas formas-en eso se acerca a él ya que no puede moverse y susurra en su oído en tono malicioso-Digamos que…necesito una amiguita para pasar los ratos en el inframundo. Y las tozudas son las que más me gustan, de modo que no tengo porque desperdiciarla, me basta con veros muertos a vosotros.
Un calambrazo recorre el pecho del joven al escuchar las palabras del hombre. Siente como su cara arde y aprieta sus dientes con furia.. Es tal la rabia que consigue apretar sus puños con fuerza a pesar de estar paralizado, pero sus fuerzas ya no dan más de si. Necrono se aleja con ella en brazos, se aleja, se marcha y no puede hacer nada por detenerle, es tarde. 
Pero justo cuando está a punto de desaparecer el hechicero choca contra algo que le impide salir de aquél lugar. 
Frunce el ceño y vuelve a intentar salir, pero nada, hay como una especie de barrera transparente que no le cede el paso. Voltea para mirar a Hikaru, es imposible que haya hecho nada, no puede moverse, entonces…¿cómo demonios? Aparta la vista hacia Eneas pensativamente. Tampoco puede ser que él haya hecho algo, a fin de cuentas es un simple humano……¿o tal vez no?
Se aproxima hacia el rubio y lo examina detenidamente. Éste está quieto, regresándole un gesto serio y lleno odio. 
El hechicero deja a la chica sobre el suelo y se dirige a Eneas agarrándole bruscamente del cuello mientras trata de quitarle la capa.
-¡¿Qué haces?!-protesta éste intentando zafarse.
El moreno no contesta hasta que por fin consigue bajarle la capa y ver su cuello, tiene una cicatriz en forma de serpiente y rayo.
Al verla Necrono siente un desagradable escalofrío que lo hace estremecer de pies a cabeza.
-¿Por qué tienes la marca de los dioses sellada en el cuello?
Eneas no contesta, simplemente le dedica una mirada llena de ira.
Por otra parte la bestia de tres cabezas está a punto de atacar a Hikaru, quién sigue completamente inmovilizado, pero antes de poder saborear al chico Necrono lo detiene con unas serias palabras.
-¡Thánatos!
La quimera desvía la mirada a su “jefe” quién contesta…
-Olvídate del hado,¡acaba con este!-dice agarrando del brazo a Eneas.
-¡¿QUÉ?! 
La cabeza de león se relame mientras que la de dragón y la de cabra dejan salir algo parecido a una macabra sonrisa mientras se acercan lentamente al rubio, lo primero es degustar la presa con la mirada.
El semidios trata de ganar tiempo, la bestia está cerca, muy cerca. Si al menos Hikaru pudiese salvar a Zuriñe…
En eso se fija en el chico, lleva la flauta barroca atada a la cintura. Entonces el rubio piensa:”(¿No le dio Zeus algo especial a esa flauta?)”
Al recordar sonríe, mira detenidamente a la flauta del hado con la mirada y empieza a mover la muñeca derecha en forma circular. De repente el instrumento empieza a flotar en el aire, afortunadamente ni el hechicero ni la criatura se han dado cuenta. Eneas espera que su idea resulte. Una vez la flauta está a escasos centímetros de la mano de Hikaru el objeto empieza a brillar con un extraño destello que hace voltear a Necrono.
-¡NI SE TE OCURRA!-grita éste al chico alterado.
Pero antes de que pueda alcanzarlo el joven toma la flauta y el brazalete que lleva atado a la muñeca brilla junto al instrumento.
Hikaru pestañea confuso, ya puede moverse perfectamente pero eso no es todo. Su flauta barroca se ha convertido en aquella daga que el dios del rayo le concedió el día que salieron del Monte Olimpo.
Sonríe con malicia al hechicero quién parece un tanto perturbado por la nueva arma del joven.
-Vaya, vaya, vaya…-dice el hado en tono pícaro-Parece que ya no vamos de gallitos ¿eh?
-Chss,¿te crees que con un arma vas a intimidarme?-responde éste desviando la mirada.
Hikaru percibe el miedo en sus ojos, Necrono sabe que no es una daga normal, está seguro.
-Devuélveme a Zuriñe, o si no…
-¿O si no que? ¬¬-dice el hombre desafiante.
El hado toma aire en sus pulmones y aprieta el mango de la daga con fuerza. Se siente mucho más poderoso y nota una sensación extraña en su cuerpo.
Alza la mano arriba y da una fuerte sacudida haciendo que de la nada aparezca una gigantesca ola de agua en dirección a Necrono, pero antes de que llegar hasta él aquella ola se deshidrata por completo dejando a un confuso Hikaru.
-¿Pero que demonios…?
-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA XD
El hechicero ríe a más no poder mostrando una gigantesca bola de agua con chispas a su alrededor.
-¡Pedazo de idiota!¡¿Se te olvido que puedo controlar los rayos y que el agua conduce la electricidad?!
Dicho aquello lanza la bola hacia el chico y esta impacta en todo su cuerpo dándole una fortísima descarga eléctrica que lo arroja hacia una de las rocas que hay en la cueva.
Hikaru está tirado en el suelo, se inclina como puede. Ese maldito se la ha jugado, fingía estar despavorido para que él se confiara. Tiene grandes rasguños por todo el cuerpo y se siente realmente dolido.
Eneas trata de hacer algo, pero Thánatos le rodea con la cola apretándolo fuertemente hasta casi asfixiarlo. Necrono mira a la criatura sonriente.
-Bien quimera inservible, por fin haces algo útil.
-Grrrr #¬^¬
-Y ahora estaos quietecitos, o si no…-en eso toma a Zuriñe nuevamente del suelo solo que ésta vez con su mano a escasos centímetros del cuello de la chica-La mato de una descarga,¿queda claro? ¬¬
Ninguno de los dos puede moverse, claramente están en desventaja. Aprovechando que Eneas ha deshecho la barrera debido a su desconcentración mental arrastra a la chica hasta la salida una vez más.
-Bien, me encantaría quedarme a ver como Thánatos os devora de un mordisco, pero se hace tarde. Así que como diría uno en ruso: ”Bolyeee Sem”,”Do Svidaniya” n___n
Dicho eso retrocede hasta la salida con una maliciosa sonrisa hasta que algo inesperado ocurre ya que Necrono choca contra algo, mejor dicho “alguien” que le impide el paso. 
-¿Qué demonios…? ¬¬ O-O!
Frente a él ve un rostro conocido. Una mujer alta y peliazul con un kimono blanco cruzada de brazos que lo mira seriamente. En su faja rosa está el símbolo del escuadrón del Limbo. Se trata de…
-Yukime Elrick ¬¬-pronuncia Necrono mirándola de la peor manera que se puede mirar a alguien.
-Vaya Necrono, volvemos a vernos-responde ella con una leve sonrisa.
-La mujer de las nieves,¿cómo no? Debí imaginar que tú serías la guía de estos mocosos…
-Es obvio ¿no?-dicho esto se pone seria-Suéltalos, no sé que trama tu Dios, pero no permitiré que mates a unos chicos dispuestos a salvar Seiso.
-Estos “chicos” me la pelan-se aferra todavía más al hada que tiene en sus brazos-Hades no quiere que razas inferiores de la luz interfieran en sus planes. De modo que deberías tomar nota, ser inteligente y marcharte de aquí cuanto antes. Si no ya sabes lo que puede pasar-mira a Thánatos dándole a entender que ella también puede ser el almuerzo de aquella bestia.
-¿Esa cosa es tu nueva arma?-pregunta indiferente-Ya quisieras tú que me apartara. Vas listo, por nada soy miembro del escuadrón.
Necrono sonríe con maldad al escuchar eso.
-Linda, olvidaste que manejo el fuego ¿verdad? Tus poderes de hielo no servirán de nada.
-Mis poderes de hielo no me harán falta en esta batalla-dice remangándose la manga del kimono-He desarrollado técnicas más simples pero eficaces para acabar con paletos como tú n.n
-¬¬…Muy bien, lo cierto es que esta misión me ha parecido demasiado fácil. Un poco de marcha no me vendrá mal.
El hechicero deja a Zuriñe bruscamente en el suelo y se pone en posición de ataque chasqueando sus dedos y haciendo que una llama de fuego salga de la palma de su mano. Hikaru mira tras la mujer de nieve cuando siente que esta le llama a susurros.
-Chsss, chico…-vuelve a llamar su atención-¡Ey, chico! 
-¿Uh?-este alza la cabeza cuando ella contesta.
-Trataré de distraer a Necrono. Mientras tú saca a la chica y a tu amigo de aquí.
El joven mira a su alrededor. Eneas sigue casi asfixiado por la cola de Thánatos y Zuriñe se encuentra tirada tras Necrono.
-Eso es imposible-responde él un tanto inquieto.
-No te preocupes, sé lo que me hago-contesta segura de si misma-A mi señal corre hacia ellos y la muñequera del escuadrón hará el resto.
-Pero…
-No os conviene luchar ahora. Tenemos prisa y la chica está muy débil. A no ser que quieras verla morir…yo de ti obedecería n.n-dice girándose hacia él mientras le guiña un ojo.
Éste muerde su labio inferior, no sabe si dará resultado pero tiene razón. Zuriñe se ve realmente débil y después de la discusión lo último que quiere Hikaru es que las cosas vayan a peor.
-¿Listo?-pregunta la mujer interrumpiendo sus pensamientos.
Él asiente, no está muy convencido de si podrá hacerlo bien pero al menos debe intentarlo. 
Yukime toma aire en sus pulmones y grita.
-¡AHORA!
Dicho esto la peliazul lanza un hechizo hacia la bestia que la congela todo el cuerpo, incluyendo a Eneas. Necrono desvía la mirada hacia Thánatos estupefacto.
-¡¿QUÉ MIERDAS?! <O< 
Aprovechando su distracción Hikaru corre hacia Zuriñe para montarla a su espalda y el malvado se gira con un rostro lleno de ira.
-Que te crees tú que voy a dejarte ir de rositas insecto-dice mientras empieza a formar una especie de rayo con su mano sobrante. 
Pero antes de atacar al chico un fuerte bloque de hielo golpea su espalda haciéndolo gritar de dolor.
-¡AAAAH!-se gira y ve a Yukime con una desafiante sonrisa.
-La pelea es contra mí,¿lo has olvidado?
-Grrrrrrrrrrrr….¡Os mataré a todos!¡Los aliados de la luz dais puro ASCO! :fire:
El hado amarra a la chica los más que puede con su abrigo para que no se le caiga y corre hacia dónde está Eneas congelado. En eso mira a Yukime nervioso.
-¡¿QUÉ QUIERES QUE HAGA CON ÉL?!
-¡Trata de salir de este apuro con las virtudes que los dioses te han brindado!
-¡ESA RESPUESTA NO ME AYUDA EN NADA!
Pero no obtiene contestación de la mujer, está demasiado ocupada distrayendo a su oponente, solo le queda una opción.
Saca la daga una vez más mirándola inquieto y empieza a picar el hielo alrededor de Eneas. Yukime se da cuenta y llama su atención.
-¡NO!¡ASÍ NO CONSEGUIRÁS DESCONGELARLO!¡SOLO ROMPER EL HIELO!
-¡SI NO ME DICES QUE ACCIÓN DEBO COMETER SOLO HAGO LO PRIMERO QUE SE ME VIENE A LA CABEZA!-grita fuera de si, pero entonces abre los ojos de par en par al darse cuenta de las palabras de la aliada. 
-(“Descongelar” Eso es…)-piensa fijando la mirada en el rubio solidificado.
En eso se aleja a unos metros de él y señala con la punta del dedo a la figura del semidios un tanto inseguro.
-(En caso de derretir el hielo los efectos del agua son similares a los del fuego)-piensa mientras trata de enfocar en la dirección correcta hacia el hombre-(Si picase el hielo con la daga podría destrozar a Eneas. Sin embargo el agua es capaz de derretirlo sin problemas. Así que…)
En eso fija su mirada concentrándose al máximo y de este sale un enorme chorro de agua en dirección a dónde está apuntando. 
El hielo empieza a derretirse poco a poco y únicamente donde se encuentra su compañero dejando a Thánatos aún congelado. Una vez Eneas queda libre cae al suelo inconsciente y el joven corre hacia él mientras sigue llevando a la chica. Una vez los tiene a ambos desvía rápidamente la mirada a la mujer.
-¡YUKIME!¡YA ESTÁ!
-¡PERFECTO!
La chica mira al hombre poniéndose seria y lo señala con la mano como si fuese a lanzarle un hechizo. Necrono sonríe confiado.
-Como dije antes tus conjuros de hielo no funcionan conmigo-dice formando una bola de fuego. 
Pero justo antes de lanzarla la mujer deja su posición para hacer hechizos y le asesta una fuerte patada en la mandíbula haciéndolo caer al suelo.
-¡PUTA!-grita tapándose la boca que no para de sangrar.
-Y como yo dije antes…he desarrollado técnicas más simples pero eficaces.
Tras eso corre hacia los viajeros y se acerca a Hikaru.
-Agárrate a mí.
El muchacho obedece y Yukime chasquea sus dedos haciendo que un fuerte destello los irradie.
-¡NO!-grita Necrono tratando de alcanzarlos. Aún así es tarde, estos desaparecen sin dejar rastro dejándolo completamente solo. 
Queda en silencio tratando de contener su ira, pero no puede evitar reprimir un fuerte grito de rabia que hace retumbar las paredes.
-WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!

Zeus observa detenidamente la pluma dorada que Lee le acaba de entregar. Acto seguido mira al chico frunciendo el ceño desconfiadamente haciendo que Lee trate de forzar una sonrisa que apenas es creíble. Vuelve a mirar el objeto y habla.
-Sí…parece que es la pluma de fénix que te encargue-dice finalmente mientras la guarda en una pequeña caja-Lo que no me explico es como has podido conseguirla tan rápido. 
El dragoncito se encoge de hombros, para ser exactos ni siquiera él lo sabe. La encontró por casualidad.
-Supongo que tuve suerte.
-Por desgracia la suerte no te sonreirá demasiado a la hora de la lucha. De todos modos…un trato es un trato U.U-suspira-Podrás volver a dormir en tu cama ¬¬
Al oír eso el chico deja salir una alegre sonrisa.
-Pero…!!!-le interrumpe haciendo que el chico la borre nuevamente por completo-La próxima vez que pegues pataletas pasarás días sí y día también durmiendo en el lago con “tú ya sabes quién” ¬¬
Lee desvía la mirada a Poseidón que le dedica una maléfica sonrisa mostrando su tridente a lo lejos y el chico se sube sobre Zeus abrazándose a su cuello y temblando asustado.
-uU¬¬…Ya Lee, tranquilo-el líder de los dioses sujeta al chico en brazos como puede y trata de dejarlo en el suelo-Mañana seguiremos con tu entrenamiento. Te enseñaremos a aprender las técnicas más básicas de un dragón. Empezando por volar.
El joven mira a Zeus ambiguo, ¿acaso Zeus puede volar? Él nunca le ha visto. De hecho, solo ha conocido a una persona que puede volar en el Limbo y no es un dios.
-¿Me va a enseñar Anika?
El hombre se gira para mirarlo mientras se encamina hacia el templo y contesta.
-No, mi hijo, Hermes.
El joven ve como su instructor se aleja y guarda silencio pensativo.
-Hermes…-se lleva la mano al mentón tratando de hacer memoria-Creo que he oído ese nombre en alguna otra parte-susurra en voz alta.
-Posiblemente en leyendas de ciudadanos Atenienses-responde una voz a su espalda. 
Frente a él se encuentra un hombre que no nunca había visto durante su estancia allí. Éste sonríe y queda frente a él.
-Permite que me presente guardián. Yo soy Hermes. Dios olímpico mensajero, de la astucia y el comercio-le extiende la mano-Es un placer conocerte al fin Lee.
El dragón frunce el ceño cuando este le extiende la mano pues no sabe que es un tipo de saludo. 
-¿Por qué extiendes la mano si no me vas a dar nada? Ô.ÔU-pregunta inocentemente.
Al escucharlo Hermes no puede evitar echarse a reír.
-Jajajajajajaja vaya salvador más curioso XD
Lee no entiende nada pero sonríe. Aquél hombre le inspira confianza.
-Veo que pasaste la prueba de la pluma, buen trabajo n__n
-Oh O.O! Gracias, a decir verdad…creo que tuve un poco de suerte ^w^U
El hombre castaño reprime una pequeña carcajada.
-(Por lo menos no se las da de listo como Zeus. Se ve que este chico es honesto consigo mismo)-piensa mientras nota como Lee lo examina de arriba abajo boquiabierto-¿Qué ocurre? O.O
-Eso que tienes en las sandalias son…¡¿ALAS?!-grita sin poder creerlo.
-Aaaah sí, las uso para volar-dice mostrándoselas-¿Te gustan?
-¡Sí! Yo también quiero unas sandalias que vuelen-dice mirando sus zapatillas orientales completamente desgastadas.
El chico amplia su sonrisa dándole una palmadita en la cabeza.
-A ti no te hace falta esto. Tú podrás volar sin necesidad de tener objetos alados. A fin de cuentas tengas o no forma humana eres un dragón. Forma pare de tu naturaleza n__n
El chico queda mirándolo frunciendo el ceño y Hermes presiente que no le ha entendido.¿Y que esperaba? A fin de cuentas no era más que un recién nacido.
Sonríe tiernamente al dragón alzando la vista al cielo.
-Oye Lee…precisamente iba a comer algo. Acabo de llegar bastante cansado de una misión y me preguntaba si te gustaría almorzar conmigo.
Al decir eso el dragón siente como su estómago ruge y el hombre sonríe.
-Jajaja ya lo suponía, tú también tienes hambre ¿no?
Lee asiente y Hermes se gira sobre sus talones para dirigirse al templo.
-Pues no se hable más, le pediremos a Anika que nos prepare algo de comer.
-O.O…SÍ! YO QUIERO *O*
-Yo también, me muero de hambre >.<-dice corriendo mientras le sigue el joven por detrás-¡Vamos!

Siris sopla delicadamente las uñas de sus manos. Se encuentra en el manantial del Inframundo junto a Luxar, quién prueba las habilidades de uno de sus hechizos rompiendo gigantescos pedruscos.
Toda esa tranquilidad se rompe cuando las puertas hacia el lago se abren de un portazo y Necrono entra hecho una auténtica furia. 
-¡MALDICIÓN!
La rubia sonríe al verlo.
-Vaya, que pronto has vuelto. Y por lo que se ve traes noticias.
Luxar no dice nada, simplemente se limita a mirarlo de mala manera y seguir entrenando.
-¡HE ESTADO A PUNTO DE MATAR A ESOS INSECTOS!¡SI NO FUERA PORQUE TU ESTÚPIDO BICHO HA DEJADO QUE LO CONGELEN!
Thánatos entra tras el hechicero con una amenazadora mirada y aún más enfurecido que el propio Necrono. Sus gruñidos se perciben a kilómetros.
Al verlo Siris nada hacia él acariciando sus tres cabezas.
-Mi niño…¿qué ocurre? Ó.Ò
-¡QUE ES UNA MIERDA DE QUIMERA!¡ESO ES LO QUE OCURRE!
-Grrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr…#####¬^¬
El moreno se acerca a la bestia amenazadoramente.
-Si no fuera por ti hubiese matado a esos críos.¡TU CEREBRO DE MOSQUITO SOLO ME HA CAUSADO RETRASO!-dice dándole un puñetazo en la tripa.
-GrrrrrrrrrrrrrrrrrAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAOOOOOOOOOOOOOOOOOOR!!!
Thánatos ya no aguanta más y asesta tal coletazo a Necrono que sale disparado y empotrado contra la pared.
Una vez tirado en el suelo se abalanza sobre él aplastándolo sin miedo alguno de que le devuelva el golpe. Bastante ha sufrido ya con sus maltratos, ahora le toca a él volver a llevar las riendas.
Lo cierto es que Necrono empieza a asustarse y trata de levantarse como puede del suelo.
-Lo siento, lo siento. Bichito lindo…no dije nada-balbucea asustado mientras corre a esconderse tras una de las rocas presentes.
Siris sopla sus uñas con indiferencia.
-Me parece que Thánatos te ha aguantado suficiente. Su paciencia tiene un límite, te dije que no abusaras de él cuando te lo deje. Los perdones de nada sirven.
-Grrrrrrrrrrrrrrrr…-éste le da una enorme dentellada rajándole toda la tripa y una vez más le asesta un coletazo que lo empotra nuevamente contra la pared.
-En fin…-suspira la sirena-Parece que los miembros del escuadrón son mejores de lo que creíamos. 
-Mandando solo a ese idiota no basta-dice Luxar con su indiferente tono que de costumbre-Necesitaríamos otra persona más.
Siris lo mira sonriendo.
-¿Quieres que lo acompañe yo?
El chico de pelo azul grisáceo deja de entrenar y desvía su mirada hacia la mujer.
-¿Estás segura?
-Por supuesto, me muero entrar en acción y además…tengo cuentas pendientes con esa niña-dijo recordando los sucesos con Zuriñe en el manantial del Valle Luna-Y seguro que el hadito me echa de menos. Solo hay que ver lo embobado que quedó por mí cuando nos conocimos XD
El titán desvía la mirada sin decir nada para seguir entrenando y Siris desvía la mirada a Necrono.
-Necrono, nos vamos ¬¬
El hombre se levanta como puede del suelo lleno de heridas y cicatrices recién salidas de dios sabe donde.
-¿Thánatos viene?
Siris mira a la criatura pensativa y sonríe.
-No, creo que mi niño ya lo ha pasado bastante mal. Pero quién sabe, tengo muchos amigos esparcidos por el mundo entero. Puede que alguna otra criatura esté igual de dispuesta que Thánatos a acabar con esos niños.
Al oír eso Necrono siente como se le ponen los huevos de corbata.
-¿Más criaturas? U¬¬ Oooo dis mío…-susurra mientras ve como la sirena se sumerge para salir a la superficie del mundo del exterior y Necrono la sigue dejando solo a Luxar.
El pálido peligrisáceo se sienta sobre una roca mirando hacia las escaleras que bajan a los aposentos de Hades dónde se oyen lamentos.
-Me parece que uno de los viajeros tendrá que ceder si quiere volver a ver a cierta persona especial en su vida…


Continuará…


Zurironoa: El rincon de una freak

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